No existe diferencia considerable
entre un extremista de Izquierda y el extremista de Derecha, ambas corrientes
destruyen la vida y atrasan a la humanidad, aunque beneficie aparentemente a un
sector o varios sectores de una población por un tiempo, a la larga se
convierten en víctimas del extremismo.
La
diferencia más considerable radica en que los daños provocados por un poder
extremista de Derecha son inmediatos en el tiempo, son palpables con rapidez,
pocos disfrazados y directos, mientras que los daños que provoca la extrema
Izquierda son palpables a larga distancia, indirectos y muy disfrazados de bondad,
de beneficios sectoriales y manipulados, populistas, ricos disfrazados de Robin
Hood para ser ellos cada día más ricos y
más pobres los pobres.
La
extrema Izquierda prefiere igualar en la pobreza antes que en la riqueza para
poder extender su mandato, fabrican pobres porque de lo contrario desaparece su
esencia ideológica, militante y partidista, defienden el colectivismo en
detrimento de lo personal o individual para poder dominar a las masas
semianalfabetas o analfabetas funcionales ingreidas por falsos reconocimientos
y estímulos infundados. Para esto monopolizan los medios de difusión masiva,
los servicios y aumentan la dependencia ciudadana al estado proteccionista que
reduce la capacidad creativa de los individuos, los niveles intelectuales y
espirituales del ser humano y de todo el pueblo que se balancea entre el miedo
a perderlo todo y equivocadas deudas de gratitud al estado que se convierte de
deudor en acreedor de los ciudadanos.
Es
triste ver como confunden a millones de personas en el mundo, pregonando una
unidad aparentemente diversa para dividir a quienes realmente defienden la
diversidad más plena, coherente, justa y democrática, aquellos que aseguran la
diversidad en el mundo y dentro de los estados. No podemos pecar de ingenuos y
hay que fortalecer el sistema democrático mundial porque estos países con
gobiernos y sistemas totalitarios,extremistas,radicales y fundamentalistas
defienden la no injerencia en los asuntos internos, la autodeterminación y la independencia
de los pueblos en la carta de las Naciones Unidas, para imponer la uniformidad
contra la diversidad dentro de sus fronteras, defienden la diversidad mundial
para justificar su derecho a existir, como estado y negarlo a sus ciudadanos,
creando conflictos internos que en su mayoría trascienden las fronteras
La
tolerancia a la diversidad más plena entre los estados y dentro de los estados
no es una ideología ni es un extremo antagónico, pero la intolerancia si lo es.
Hay que trabajar en la conciencia de los seres humanos para garantizar
realmente la paz si queremos construir un presente y futuro mejor para todos,
tampoco podemos contemplar pasivamente que se atente contra la integridad física,
mental y espiritual de los individuos hasta su extinción o muerte por ser
diferente o neutral de un bando extremista contra otro, es inhumano y las
guerras internas a la larga son externas, regionales o mundiales.
En
Cuba estamos sufriendo durante años esta gran mentira social e individual,
nuestra sociedad se ha devaluado espiritualmente y nada tiene que ver el
embargo económico de los EE.UU.(ineficiente en sí),incluso no tanto el bloqueo
interno del gobierno como sembrar el odio y rencor entre cubanos por razones
políticas e ideológicas, masificar la indisciplina social, estimular la
represión y generalizar la corrupción a todos los nivele y a casi todos los ciudadanos,
predicar la cultura de la intolerancia a lo diverso no es cultura y son muchos más
los males incubados que ellos se encargan de ocultar mientras resaltan
destellos de lo contrario, pero no podemos contentarnos con nuestros propios defectos,
estamos obligados a corregir para evitar
los de otros que como un bumerán siempre regresan.
Es
nuestro deber luchar por una Cuba mejor y con ello contribuir con la región y
con el mundo. No podemos permitir que otros pueblos se contaminen con este
fracaso social que padecemos los cubanos, estamos comprometidos con la Democracia,
con la justicia con la verdad, con la equidad, con la libertad responsable, con
la tolerancia a la diversidad mas plena, excepto con la Intolerancia y sea
donde sea, en cualquier rincón del planeta porque las virtudes humanas y
sociales no tienen fronteras, los Derechos humanos no distinguen culturas, ni ideologías,
ni partidos políticos, son realmente universales.
Cuando
nuestro apóstol dijo que PATRIA ES HUMANIDAD se adelantó a la globalización de
los Derechos Humanos, se sintió como ciudadano del mundo y siempre combatió los
extremos porque estos manipulan a la humanidad hasta un mínimo de su existencia,
frena el desarrollo evolutivo y equilibrado del ser en sociedad, y aumenta los
conflictos internos y externos de los pueblos. La tarea es difícil y compleja
pero inevitable y victoriosa, la Extrema Izquierda que florece en Venezuela,
Ecuador y Bolivia no puede florecer porque la angustia del pueblo cubano no
puede seguir, ni podemos permitir que pueblos hermanos sufran ingenuamente en
carne propia nuestro sufrimiento social.
Egberto Ángel
Escobedo Morales
Ex preso Político y Periodista Independiente.