Translate

martes, 19 de noviembre de 2013

YA TENIAMOS CINE EN 3D EN LOS AñOS 50


Ya teníamos cine en 3D en los años 50

Camilo Ernesto Olivera  


LA HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -Los cines de barrio eran lugares de confluencia social para los habaneros de otros tiempos. Por unos centavos, se disfrutaba lo mismo de una comedia mexicana, un melodrama argentino, un “oeste”, o una "de romanos"(péplum). En la memoria emotiva de nuestros mayores viven Cantinflas, Tin Tan, El Llanero Solitario, Kirk Douglas, Rossana Podestá. El cine negro estadounidense o los grandes musicales de Hollywood atraían por igual al público. En algunas de las salas, el dueño habilitaba una de  formato 3D en lo que era, por entonces, el fastuoso cine-teatro Radio Centro, de 23 y L. 

A partir de la segunda mitad del siglo XX, La Habana había crecido con el surgimiento de nuevas barriadas y una clase media económicamente empoderada. También aumentó el número de salas de cine: El Mónaco, en el reparto Sevillano; Atlas, en la barriada de Luyanó; City Hall, en el Cerro; Salón Rosa, en Cotorro; Ambassador, en Playa-Marianao… Teatros como Carral, en Guanabacoa, y Céspedes, en Regla, se readaptaron para salas de proyección. 

Cuando un muchacho le proponía a la novia escaparse al cine, las cosas se podían poner más o menos intensas en la zona más apartada del "gallinero"(platea alta), si no estaba cerca la chaperona, o no importunaba la acomodadora con su linterna. Era una alternativa que terminó creando una bonita tradición.

A partir de la década de los 60, las salas de cine pasaron a ser regidas por el omnímodo ICAIC y su Empresa de Distribución y Proyección de Películas. Como consecuencia del conflicto del gobierno de Fidel Castro con los EUA, el cine estadounidense desapareció prácticamente de las pantallas cubanas. En su lugar, comenzaron a ser conocidas las cinematografías italiana, francesa y de la URSS o de sus satélites este-europeos. 

Las clasificaciones por edades variaron y la iglesia católica dejó de influir en la censura. En el pasado, se aprobaban con los sellos: "todo público", "tolerada" o " solo adultos". A partir de los sesenta, las clasificaciones fueron: "TE (todas las edades)", "mayores de 12 años", y "mayores de 15 años". Esta última variaría en los setenta a "mayores de 16 años". Películas exhibidas en ese periodo, como Accatone, de Pier Paolo Passolini, provocaron debates y ríos de tinta. 

Los comisarios políticos pulsaban por cuotas de poder en el aparato cultural. Para ellos, era más legítimo un culebrón ruso en forma de película. El cine producido por el ICAIC logró fenómenos de taquilla como  Retrato de Teresa, de Pastor Vega, o el largometraje de animación Elpidio Valdés , de Juan Padrón, en 1979.

Mientras tanto, los cines de barrio comenzaron a depauperarse. Para finales de los años setenta, muchos presentaban huellas evidentes de desidia y abandono. También apareció la figura del "tirador"(voyeur onanista), personaje que perseguía películas "calientes", como Doña Flor y sus dos maridos, del director brasileño Bruno Barreto, con una Sonia Braga espectacular. En la segunda mitad de los setenta e inicios de los ochenta, los cines principales de la ciudad se anotaban "taquillazos" con la exhibición de películas como Tiburón (Sangriento), de Spielberg, o Cujo (el perro asesino). 

A finales de 1996, Entrevista con el Vampiro, de Neil Jordán, logró repletar el Yara (antiguo Radio Centro). Para ese momento, el golpe de la crisis de los noventa y los apagones habían reducido al cierre o el derrumbe, por falta de mantenimiento, a muchos cines de barrio. Otros fueron convertidos en discotecas o locales de ensayo para compañías teatrales. Con la generalización, primeramente de las videocaseteras caseras, y luego del DVD,  vieron firmada su sentencia de muerte. 

Hoy, con el cierre oficial de las emergentes salitas privadas de cine 3D, los cubanos de a pie perdemos lo que parecía el renacer de aquella tradición que nuestros abuelos añoran. En su lugar, los comisarios culturales solo pueden ofrecer una ideología tan depauperada como esos cines destruidos por la ineptitud del régimen. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario